RFSU informa sobre el aborto

Abortar significa interrumpir el embarazo. En Suecia, la ley permite abortar hasta la semana 18 de embarazo (incluida). Independientemente de la edad, es la persona que está embarazada quien decide si quiere abortar o no. Es algo que no puede decidir la familia de la persona embarazada ni la otra persona que ha hecho posible que la persona se quede embarazada. Esto es así independientemente de si se está casada o no.

Después de la semana de embarazo 18, pero antes de la semana 22, se puede abortar si se tienen motivos especiales. En esos casos, el personal sanitario puede ayudar con la solicitud. Las semanas de embarazo se cuentan a partir del primer día de la última menstruación.

En Suecia, todas las mujeres tienen derecho a abortar. Da igual cuál sea el motivo. Si no se quiere decir, no es necesario decirle a nadie por qué se aborta. Todo el personal sanitario y los intérpretes de Suecia están sujetos a una obligación de confidencialidad. Esto quiere decir que no le pueden contar a nadie que alguien ha abortado. Si se tienen menos de 18 años, puede ser buena idea hablar con los progenitores o conseguir el apoyo de otro adulto. 

Se puede abortar por vía médica o quirúrgica. El aborto médico es el más común y la mayoría de los abortos se realizan al principio del embarazo. El aborto médico se realiza en dos pasos. En la primera visita, se dispensa una pastilla que prepara al cuerpo para el siguiente paso del aborto. Algunas personas tienen una pequeña hemorragia por culpa de la pastilla, pero no es nada peligroso. Al cabo de uno a tres días, hay que volver al médico para tomar más pastillas. Puede tratarse de pastillas que se ingieren o que se introducen por la vagina. Provocan una hemorragia que expulsa el embarazo. Antes de la semana de embarazo 9–10, este paso se hace la mayoría de las veces en casa. A veces se hace en el hospital y, en ese caso, hay que permanecer en él varias horas. 

Más adelante en el embarazo, el aborto médico se practica siempre en el hospital. Se realiza del mismo modo que cuando se practica el aborto médico al principio del embarazo, pero la segunda visita al médico es más larga. En este caso, hay que permanecer en el hospital todo el día, a veces incluso pernoctar. El aborto médico se puede practicar durante todo el período durante el que está permitido abortar.

El aborto quirúrgico es una operación menor. La mayoría de las veces se utiliza anestesia general, pero se da el alta del hospital en el mismo día. El aborto quirúrgico se puede hacer desde aproximadamente la semana 7 hasta la semana 12 (incluida).

Después de un aborto, es habitual tener hemorragias hasta durante varias semanas. Mientras se tienen hemorragias o secreciones marrones, es buena idea evitar mantener relaciones sexuales con penetración, usar tampones y la copa menstrual. También puede ser buena idea evitar bañarse durante un tiempo después del aborto, pero no hay ningún problema con ducharse. Si se tiene fiebre, dolor en la parte baja del abdomen o secreciones que huelan mal, puede ser indicativo de la existencia de infección. En esos casos, hay que ponerse en contacto con los servicios sanitarios. Si se aborta, esto no quiere decir que será más difícil quedarse embarazada en el futuro.

Justo después de un aborto, el cuerpo está listo para un nuevo embarazo. Por ese motivo, es importante empezar con un método anticonceptivo seguro directamente si no se desea un embarazo. En relación con el aborto, puedes hablar con una matrona para que te ayude a encontrar un buen método anticonceptivo. También puedes acudir a un asistente social o un psicólogo si necesitas hablar con alguien en relación con el aborto. 

Todo el mundo tiene derecho a un aborto gratuito y solo tú decides.